Uruguay | María Jossé Rodríguez, candidata a secretaria general del PS, sobre la “crisis” del sector: “Todos somos culpables”
UruguayLa excoordinadora del FA considera que la situación interna del PS “duele” y que para tener futuro la pelea entre ortodoxos y renovadores “tiene que terminar”
Su madre era de la Vertiente Artiguista, pero en su casa “se respiró el socialismo” porque su padre era del Partido Socialista (PS). Sin embargo, se afilió “tarde” al sector del Frente Amplio (FA), en 2012, y en eso “mucho tuvo que ver” que su infancia y su adolescencia transcurrieron en dictadura; estaba en sexto de liceo cuando se volvía a la democracia. Además, comenzó a formar su familia “muy joven”, ya que “tenía apenas 19 años” cuando quedó embarazada de su hijo mayor. Vivió en Bella Unión, Paysandú, Salinas y Young, donde reside actualmente.
Fue concejal en Young y en las elecciones internas de 2016 resultó electa delegada de base, lo que le posibilitó “trabajar fuertemente dentro del FA y ser parte de comisiones importantes” hasta que llegó a la coordinación de la fuerza política junto con Ricardo Ehrlich, desde la salida de Javier Miranda de la presidencia y hasta la asunción de Fernando Pereira. En paralelo, continuó su actividad en el PS y meses atrás lanzó, junto con otros compañeros, Futuro Socialista, una corriente que pretende terminar con las diferencias entre ortodoxos y renovadores, entre la mayoría encolumnada detrás del secretario general, Gonzalo Civila, y la minoría, que buscará cambiar la pisada en las elecciones internas del 7 de agosto.
A María Jossé Rodríguez, una de las candidatas a la Secretaría General, le “duele” la actualidad del PS, que a su entender está en “crisis”, y afirma que “todos” los integrantes del sector son responsables de la situación. Tiene críticas hacia la ortodoxia, pero también hacia la minoría renovadora, a la que perteneció hasta hace pocos meses, y reclama terminar con el “internismo” que no les permite “salir a la calle” a militar.
¿Cómo surgió la corriente Futuro Socialista?
Las conversaciones se fueron dando con compañeros socialistas en algunas reuniones del FA o del partido, empezamos a sentir que el partido estaba entrando en una crisis y que algo había que hacer, pero en realidad ese “algo hay que hacer” en principio no tomaba cuerpo. Las decisiones del último Comité Central de convocar con prontitud al Congreso y a las elecciones nos hicieron finalmente empezar a jugar dentro de esta lógica del partido y terminar confluyendo en una lista. Lo importante es que somos un grupo de compañeros y compañeras a lo largo y ancho de todo el país, sobre todo hay una gran cantidad de ediles, que nos juntamos con el propósito de derribar esas barreras, hacer caer esos muros que nosotros entendemos que existen entre compartimentos estancos que son improcedentes e inconducentes, y entendíamos que era necesario volver a poner al PS en el lugar donde alguna vez estuvo, volver a lograr que el PS sea grande, potente, inclusivo, tanto en las ideas como en la militancia. Somos socialistas, simplemente, porque dentro de nuestra lista hay compañeros de todo el interior y aun del interior profundo, de Montevideo y de Canelones, compañeros que fueron en algún momento ortodoxos y renovadores.
¿Por qué consideran que tienen esa impronta del interior?
Tiene mucho que ver con lo que le pasaba también al FA. El PS no es ajeno a lo que le pasó al FA y también los socialistas necesitamos entender y aceptar la realidad del interior, empezar a valorar las diferencias y a actuar en consecuencia. Es impensable un futuro socialista si no construimos desde la diversidad que tiene nuestro territorio, que, aunque pequeño en proporción a lo que son otros países, no deja de tener sus diferencias. Sobre todo, lo que nos faltó entender es que hay una lucha cotidiana y cultural en los interiores y que es necesario comprender e incorporar estos temas a la discusión, que a veces son difíciles. Muchas veces nos llevó a tener errores de encasillar o categorizar en un solo grupo cosas que son diferentes, y te pongo el caso de que no supimos cómo afrontar el surgimiento de Un Solo Uruguay. Y no estoy hablando de que eso implique claudicar a lo que es el caudillismo o las prácticas clientelares del interior o diluir nuestras bases ideológicas, simplemente lo importante es conocer la cultura del interior, el aporte que los compañeros tienen para dar desde el interior a la construcción del partido y, a través del partido, al FA. A veces decimos que el FA o el partido abandonaron el interior; yo creo que la palabra “abandono” es muy fuerte y no es cierto, porque hubo políticas públicas muy importantes que se llevaron adelante y que también obviamente derramaron hacia el interior. El tema es que nosotros muchas veces nos sentimos participados y necesitamos ser artífices de los cambios desde el interior también.
¿O sea que hubo políticas públicas, pero no eran incluidos para construirlas?
Exacto, las cosas venían con una lógica paternalista, desde arriba hacia abajo, muchas veces desconociendo las realidades del interior, y mirá que eso aplica de lo nacional a lo departamental, pero también aplica de la capital departamental al interior del departamento. O sea, esto no es un tema de Montevideo-interior.
El origen de Futuro Socialista es en una comisión interna del PS que surgió como para intentar zanjar las diferencias internas, ¿verdad?
Sí, bueno, eso es cierto a medias. En realidad las conversaciones se fueron dando en diferentes oportunidades y lugares del país, pero coincidentemente, o quizás no tan coincidentemente, en esta comisión de situación interna compuesta por siete miembros, cuatro de ellos de la mayoría y tres de la minoría, terminamos confluyendo [el exsecretario general] Manuel Laguarda, [el edil de Canelones] Sergio Pereyra y yo y trabajamos muy fuertemente en esto que nos fue encomendado de tratar de entender qué era lo que nos estaba pasando dentro del partido y aportar a las decisiones de terminar con estas lógicas de enfrentamientos que a nada nos llevaban.
Los tres de la minoría son los que terminaron confluyendo en esta nueva corriente.
Exactamente. Pero no es que nace en la comisión de situación interna. Es una de las patas, sí.
¿Por qué interpretás que hay tantas diferencias internas en el PS? ¿Tiene que ver con lo ideológico?
Yo no podría aseverar que hay diferencias ideológicas porque no hemos tenido la posibilidad real, en estos tiempos, de dar una discusión ideológica. Creo que está más bien relacionado con cuestiones que sucedieron en el pasado, bastante más en este período de gestión del partido, y que se fueron acumulando, y el problema más grande tiene que ver con no reconocerse parte del problema para poder ser parte de la solución. Siempre en esta bipolaridad los errores están en la vereda de enfrente, de un lado o del otro, y nosotros entendemos que para avanzar en esto y superar la crisis del partido lo primero que tenemos que hacer es asumir que todos cometimos errores, que todos tuvimos alguna omisión en estos últimos años y que todos debemos ser parte de la reconstrucción. No creo que haya problemas ideológicos porque de hecho estas corrientes dentro del partido existieron siempre y supieron zanjar sus diferencias y hacer síntesis. Hoy lo resumiría en que no estamos pudiendo escucharnos, simplemente.
¿Y qué responsabilidad tienen en esta disputa quienes actualmente conforman Futuro Socialista?
La responsabilidad puede pasar por haber cometido el error o simplemente por ser omisos al no decir “esto tiene que parar por acá”. Además, si somos parte de un colectivo, tenemos que asumir como propios los errores del colectivo. Todos somos culpables de esto en alguna medida. Podemos seguir alimentando esas lógicas o podemos hacer algo diferente. Y es lo que nosotros pretendemos hoy, hacer ese algo diferente, poder ayudar a converger en un camino de unidad socialista no solamente para que potencie nuestro trabajo en la interna, sino también y sobre todo dentro del FA, porque el foco siempre tiene que ser el pueblo uruguayo y nosotros estamos hoy inmersos en este internismo que no nos permite salir a la calle, no nos permite acercarnos a la gente. Elaboramos unos muy buenos documentos, hacemos muy buenos aportes dentro de la interna del FA, en donde podemos trabajar mayoría y minoría muy bien, pero no sabemos resolver nuestros problemas internos en la interna. ¡Nuestros problemas están en la prensa! ¿Por qué filtramos ese tipo de información que lo único que hace es dañarnos? ¿Por qué no somos capaces de mirarnos a los ojos y resolver, hacernos cargo del futuro del partido? Para que el futuro del partido exista, esto tiene que terminar, porque el PS hoy nos duele.
Cuando el sector te lanza como candidata a secretaria general, ¿lo hace con el objetivo real de ser secretaria general o tu candidatura tiene otros objetivos, como marcar una fuerte presencia en la interna o incluso plantear ideas que hoy no estén arriba de la mesa?
Cuando uno presenta una opción, lo hace para ganar, pero también tenemos que ser realistas: la mayoría es muy fuerte. O sea que el objetivo, aunque la vamos a pelear en estos pocos días que quedan, es lograr la Secretaría General, pero si no será conseguir la máxima cantidad de lugares dentro del Comité Central para poder ayudar a revertir esto que nos pasa y para poder hacer el planteo de una serie de propuestas que entendemos que pueden ayudar a que esto cambie.
¿Cómo valorás la política de alianzas que ha tenido el PS en el último tiempo? Tuvo una con el Partido Comunista del Uruguay (PCU) que fue la que lanzó a Carolina Cosse a la Intendencia de Montevideo, pero luego tuvo otra, para las internas del FA, con sectores minoritarios que no lograron entrar en la Mesa Política y que perdieron peso en el Plenario.
En algunos casos no fue acertada, por lo menos no electoralmente, como este último caso que mencionás. Creo que hay que dividir lo que es la política de alianzas nacional y lo que podemos hacer en lo departamental. Nosotros en Río Negro puntualmente pudimos hacer las alianzas con quienes quisimos, hubo mucho diálogo, hubo mucho intercambio y las alianzas se dieron como queríamos. Pero la política de alianzas no se discute como entendemos que debería discutirse en los centros socialistas, con más tiempo, definitivamente. Creo que ahí está la falla. Después, la decisión, al tomarse luego de una gran discusión, tiene que ser acatada muy simplemente. Pero es lo que falta darse. No creo que el problema esté en con quién resuelvo aliarme, sino en cómo tomo esa decisión.
¿Cómo interpretás que tiene que plantarse el PS en 2024, cuando sean las próximas elecciones nacionales?
Antes de 2024 está el segundo semestre de 2022 y 2023, cuando lo más importante es sanar nuestras heridas y empezar a reconstruirnos. Y la forma de plantarse es continuar en la línea de las propuestas hacia el FA, para lo que tenemos muchos compañeros capaces trabajando dentro de la orgánica, pero después con los pies en el suelo y conversando muchísimo con la gente para poder entender sus necesidades y que no nos pase lo que nos pasó: que vengamos con soluciones mágicas que no terminan resolviendo el problema real de la gente. Creo que ahí es donde tiene que plantarse el partido, y confluir en esa nueva alianza con organizaciones sociales y sindicales, con el pueblo organizado y no organizado. Primero necesitamos este tiempo de sanar internamente –rápido, porque 2024 ya llega–, porque tenemos que estar juntos, que no sea el socialista cuya lista terminó ganando las elecciones el que sea visualizado, sino todos y cada uno de nosotros.
¿El final de esa respuesta es un mensaje para la actual mayoría?
A mí me gusta ser muy honesta. Muchas veces separo la realidad de Río Negro del resto de los departamentos, que no son todos iguales. En Río Negro nosotros tuvimos el apoyo de unos y otros por igual y nos escucharon siempre, no sucedió así en todos los ámbitos del partido y del territorio nacional. Muchas veces por errores, omisiones o decisiones de la mayoría y otras por decisiones de la minoría.
Tenés críticas para ambos lados casi por igual.
Todos y cada uno de nosotros somos responsables. Esto que me estás escuchando decir lo comenté dentro de la lista a la que pertenecía hace tan sólo tres meses atrás [de los renovadores, que actualmente impulsan la candidatura de Darcy de los Santos] y es una discusión que he dado durante todos estos años y lo que de alguna manera me llevó a dar un paso al costado, porque no se me estaba entendiendo o no estaba teniendo la capacidad de transmitir lo que pensaba que estaba pasando. No pude cambiarlo desde ahí. Fue una pelea que di y que perdí, y me encontré un grupo de compañeros que piensan igual que yo y que asumimos el desafío de, con nuestro granito de arena, aportar a revertir esa situación.
¿Cómo evaluás la candidatura de Civila a la presidencia del FA en 2021?
Qué difícil pregunta. Fue una decisión que en principio se tomó porque nuestro secretario general tenía los apoyos necesarios que luego se retiraron [en referencia al PCU, que finalmente respaldó a Pereira]. La historia seguramente hubiera sido otra de mantener el PCU el apoyo a Gonzalo. Quizás al momento de retirarse esos apoyos, por cuidar sobre todo a nuestro secretario general, debimos desistir de la idea, pero me quedan dudas porque a veces el partido se desdibuja y no muestra su identidad y creo que la identidad socialista estuvo a lo largo y ancho del país en esa candidatura de Gonzalo. Hay algunos compañeros que creen que no fue malo [el resultado], y no podemos hacer futurología y decir que al partido le podría haber ido mejor en la elección interna si hubiéramos apoyado al compañero Pereira. Quizás fue bueno para el partido por poder mostrar sus ideas a través del secretario general. Creo que el discurso de Gonzalo fue muy bueno; el resultado no fue bueno, pero tampoco sabemos si hubiera sido mejor. Las decisiones se tomaron colectivamente, o sea que en este caso no podemos decir que la decisión fue simplemente de la mayoría. No sé si la estrategia fue buena o mala y no lo sabremos nunca porque tenemos este resultado.
LA DIÁRIA POLÍTICA