CEPAL: En Latinoamérica y el Caribe, 12 muertes violentas de mujeres por día
América LatinaAl menos 4.473 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 29 países y territorios de la región durante 2021, lo que representa al menos 12 muertes violentas de mujeres por «razón de género», informó en un comunicado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
De acuerdo con el reporte «Poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas y al femicidio o feminicidio. Reto clave para la construcción de una sociedad del cuidado» del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG), de los 18 países o territorios de América Latina que proporcionaron información en ese año, 11 presentaban una tasa igual o superior a una víctima de femicidio o feminicidio por cada 100.000 mujeres.
Las cifras fueron dadas a conocer el pasado jueves por el secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres y con el que se inicia la jornada 16 Días de activismo contra la violencia hacia las mujeres, la cual concluye el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
«Las cifras que hoy presentamos sobre femicidios/feminicidios en América Latina y el Caribe son inaceptables. Nuestra obligación es redoblar esfuerzos para que las mujeres y niñas de nuestra región puedan ejercer verdaderamente su derecho a vivir una vida libre de violencia y discriminación», dijo Salazar-Xirinachs.
En el reporte del OIG, se establece que desde hace década y media, a pesar del reconocimiento de la gravedad de la violencia feminicida y las muertes violentas de mujeres por razón de género y de los avances en la aprobación de leyes y protocolos y en la «construcción de institucionalidad específica», el problema «persiste como una realidad y no se observan señales claras de que el fenómeno vaya en disminución».
Las tasas más altas de femicidio o feminicidio en América Latina (18 países y territorios) por cada 100.000 mujeres se registraron en Honduras (4,6 casos), República Dominicana (2,7 casos), El Salvador (2,4 casos), Bolivia (1,8 casos) y Brasil (1,7 casos). En el Caribe (11 países y territorios), 28 mujeres fueron víctimas de violencia letal de género. En este caso, Belice y Guyana presentaron las mayores tasas de femicidio o feminicidio en el Caribe (3,5 y 2,0 por cada 100.000 mujeres, respectivamente).
En 10 de los 18 países de América Latina, las tasas de feminicidio se mantuvieron iguales o superiores a un caso por cada 100.000 mujeres entre 2019 y 2021: Argentina, Bolivia, Brasil, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, República Dominicana y Uruguay.
Las adolescentes y jóvenes de entre 15 y 29 años componen el tramo etario en que se concentra la mayor proporción de casos de feminicidio, según datos de 16 países y territorios de la región entre 2019 y 2021. Más de cuatro por ciento del total de esos delitos corresponden a niñas menores de 14 años.
Además, en 2021 al menos 781 niñas, niños y adolescentes y otros dependientes perdieron a su madre o cuidadora a causa del feminicidio en solo 10 países de la región que cuentan con datos al respecto, lo que «revela el gran impacto que tiene la violencia de género no solo en las mujeres víctimas, sino también en sus familias, la comunidad y la sociedad en su conjunto», subrayó la CEPAL en su comunicado.
En el texto se hizo énfasis en las estadísticas sobre los feminicidios, las cuales son necesarias para el diseño de políticas públicas integrales sobre violencia contra las mujeres y niñas. Precisa que se requiere «conocer datos clave, como las características de las víctimas y los agresores, la relación entre ellos, los contextos en que se desarrollaron estos delitos, el medio utilizado para causar la muerte y si la víctima había presentado alguna queja previa contra el agresor, entre otros».
Según explica el reporte del OIG, la CEPAL acompaña a varios países de la región en el mejoramiento de sus registros administrativos sobre feminicidio y observa su «fortalecimiento general» en términos de fiabilidad, lo que potencia la comparabilidad a nivel regional. Sin embargo, hace énfasis en la actualización constante de las cifras, lo que se relaciona con el avance de las investigaciones judiciales.
Hace dos semanas -continuó el comunicado- en la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, se acordó impulsar «leyes, políticas, planes de acción integrales y multisectoriales, y programas educativos de sensibilización, para prevenir, atender, sancionar y erradicar todas las formas de violencia y discriminación por razón de género contra las mujeres, las adolescentes y las niñas en toda su diversidad, en sus diferentes ámbitos y manifestaciones, incluidas las prácticas nocivas como la mutilación genital femenina, el matrimonio infantil y las uniones tempranas».
El feminicidio es solo la expresión extrema de la desigualdad, la discriminación y las múltiples formas de violencia contra las mujeres y las niñas. De acuerdo con encuestas nacionales de la región, entre 60 y 76 por ciento de las mujeres (alrededor de dos de cada tres) han sido víctimas de violencia por razones de género en distintos ámbitos de su vida.
En promedio, una de cada cuatro mujeres ha sido víctima o vive violencia física y sexual por un perpetrador que era o es su pareja, lo que conlleva el riesgo de la violencia letal. A su vez, los matrimonios y uniones infantiles, tempranos y forzados son una práctica nociva y una manifestación de violencia de género persistente y extendida en la región y afectan a una de cada cinco niñas.
«Lograr la autonomía de las mujeres y las niñas en toda su diversidad y la igualdad de género es uno de los compromisos asumidos por los países de la región en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la Agenda Regional de Género. Construir una sociedad del cuidado y un nuevo modelo de desarrollo que ponga la sostenibilidad de la vida en el centro solo será posible si se cumplen los Objetivos de Desarrollo Sostenible y se garantiza el derecho de todas las mujeres y niñas a vivir una vida libre de todas las formas de violencia», concluyó José Manuel Salazar-Xirinachs.
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