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Este lunes tomó posesión el nuevo presidente de Panamá, el socialdemócrata Laurentino Cortizo. Fue elegido en mayo para suceder a Juan Carlos Varela, quien deja un país marcado por la desaceleración económica y los Panama Papers. Una fama que el nuevo mandatario tratará difícilmente de cambiar.

Tras su juramentación como presidente de Panamá, el principal desafío del exempresario Laurentino Cortizo consistirá en dar un nuevo lustre a Panamá, un país cuya imagen permanece marcada por los escándalos de evasión fiscal y de lavado de activos.

No será tarea fácil, sobre todo porque pocos años después de los escándalos de Odebrecht y de los Panama Papers, el país centroamericano acaba de volver a la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (el GAFI) de naciones que no combaten con eficacia el blanqueo y la financiación del terrorismo.

Una calificación que Samuel Moreno, presidente del Colegio de Economistas de Panamá, considera como injusta: “Panamá ha dado pasos sólidos sobre todo en la parte institucional y legal. Hemos ordenado la casa. La banca está muy ordenada, y aquí el tema está más en los sujetos no financieros, por ejemplo casinos, firmas de abogados, bienes raíces, construcción, etc. Lo que ha faltado es como se dice en inglés, enforcement, aplicación de la ley, yo creo que ahora la etapa es venir a observar que estos dineros utilizados en estos sectores son dineros limpios”.

El efecto negativo que esto tiene sobre los bancos también se repercuta sobre los consumidores, explica Moreno: “Si a los bancos se les aumenta los costos, pues los costos al final se van a trasladar a las familias, a los ciudadanos, y eso va a perjudicar el bienestar o la calidad de vida de todos los panameños”.

Laurentino Cortizo buscará durante su mandato volver a enderezar la economía panameña, cuyo Producto Interno Bruto ha caído de 6,2% a 3.1% en cinco años.

RFI