Ecuador: la victoria del progresismo y el respeto a la voluntad popular
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Patricio Zambrano Restrepo
Presidente Nacional del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE)
En una nueva, intensa y transparente jornada electoral, las y los ecuatorianos tomamos una decisión histórica: continuar con el proyecto político de la Revolución Ciudadana durante los próximos 4 años bajo la conducción del compañero Lenín Moreno Garcés.
Han transcurrido más de 10 años desde el primer apoyo de nuestra organización a lo que ha sido el más grande logro político en nuestro país desde el retorno a la democracia: el gobierno de Rafael Correa. En este tiempo la presente apuesta ha significado la recuperación de lo público y la ampliación del Estado en beneficio de las grandes mayorías, los resultados son evidentes: consolidación de una clase media con mayor acceso a derechos y poder de consumo, reducción evidente de los índices de pobreza y pobreza extrema, cobertura de derechos sociales como educación y salud gratuita, crecimiento exponencial de infraestructura básica, el no aumento significativo en costos de bienes y servicios de primera necesidad, una política exterior soberana e integracionista, etc. Sin duda la situación del Ecuador es radicalmente distinta a la vivida hasta antes del inicio de la RC.
En ese sentido, la contienda no ha sido fácil. Los sectores políticos conservadores y de derecha, vinculados a los poderes económicos más reaccionarios de nuestro país, han intentado reacumular fuerzas para dar el salto y desplazar del ejercicio del poder a Alianza País. Esto, debido al profundo trabajo de redistribución conseguido gracias a la voluntad política del gobierno de Correa y que ha incomodado a las élites de nuestro país. El reaparecimiento de figuras que representan el trágico pasado neoliberal del Ecuador ha puesto a prueba nuestra memoria histórica y vocación democrática sin embargo el pueblo ha sido firme y ha dicho NO al candidato de la banca Guillermo Lasso. La estrategia de este radicó en exacerbar los conflictos de clase rodeándose de las élites de las grandes ciudades y tratando de invisibilizar el Ecuador profundo y empoderado del resto del territorio nacional. Apuntó además a una larga y costosa precampaña en la que los medios de comunicación privados fueron sus acólitos replicando sin contraste sus argumentos e inclusive, hasta el día de la elección, “proclamándolo” como ganador en contubernio con la encuestadora contratada por el mismo candidato.
El momento actual arroja un sinnúmero de observaciones y conclusiones, entre ellas el Partido Socialista Ecuatoriano destaca las siguientes:
-La victoria de Lenín Moreno es una clara muestra del respaldo popular con el que cuenta el proyecto de la Revolución Ciudadana habiendo pasado una década desde su inicio y más de diez contiendas electorales que reafirman lo mencionado. El capital político de la RC radica en las mayorías sociales históricamente excluidas que han sido incorporadas al escenario de lo público y, por ende, a la cobertura de derechos fundamentales que antes no eran atendidos por los gobiernos de turno.
-El resultado electoral refleja también que un amplio sector social demanda una manera distinta de interacción con el gobierno y que existen agendas que desde el oficialismo deben ser retomadas y potenciadas. Las cualidades del compañero Lenín y su permanente disposición al diálogo con los más diversos sectores y organizaciones de la sociedad civil representa un importantísimo giro ante ello: un cambio en la conducción del proyecto político renovará formas, equipos y procedimientos que acercarán nuevamente la RC a la ciudadanía, sin perder el horizonte primordial del proyecto que es la justicia social.
-En clave regional la victoria representa una bocanada de aire fresco y esperanzador. Se reafirma una vez más la vocación democrática del progresismo latinoamericano y se planta cara a los aires de restauración conservadora aparecidos en los últimos años en el continente. Desde Ecuador se fortalecerán los mecanismos de integración latinoamericana con profundo sentido soberano. No creemos en el fin de ciclo ni en la “vuelta del péndulo”, el triunfo electoral da cuentas de esto. A revitalizar las causas y luchas, a revitalizar la esperanza, a revitalizar el sueño de la Patria Grande.
-Los retos que se presentan para el siguiente periodo de gobierno son muchos y requieren de lucidez y carácter estratégico. En primer lugar se hace necesario un ejercicio de autocrítica y de acciones concretas que depuren al proyecto político tal y como lo ha manifestado el propio Lenín. En segundo lugar, es crucial retomar el horizonte de disputa para la acumulación material y distribución de la misma: apuntalar los procesos de transición productiva del modelo primario exportador vigente por uno sustentado en la industria básica, el conocimiento y por el cooperativismo (junto a otras formas de asociación que posibiliten encadenamientos de comercio local-nacionales). Finalmente, los procesos de subjetivación y de construcción cultural deben acentuarse. El derrotero del progresismo no puede ser su principal éxito: individuos con estabilidad material que no alteran sus patrones de consumo y que encuentran en el discurso neoliberal su respuesta.
Por todo lo anterior, el PSE felicita a Lenín Moreno y al pueblo ecuatoriano por el resultado de la jornada del pasado 2 de abril y se compromete a sostener, proyectar y radicalizar el proyecto de la Revolución Ciudadana como desde sus inicios. Este es un nuevo punto de partida para la consecución de nuestro gran objetivo: una sociedad justa, democrática y solidaria, una sociedad SOCIALISTA.