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El presidente colombiano, Gustavo Petro, decidió hacer tres cambios en su gabinete el lunes cuando intenta impulsar reformas sociales ambiciosas. Entre los que salen se encuentra el ministro Alejandro Gaviria, uno de los más fuertes críticos de la reforma a la salud que el Congreso se alista para debatir.

El mandatario agradeció los servicios prestados durante seis meses de gestión a Gaviria, quien dirigía la cartera de Educación, a María Isabel Urrutia, como ministra del Deporte, y a Patricia Ariza, en el ministerio de Cultura.

“Con sus aportes, han contribuido a enriquecer el debate y a iniciar los cambios por los que votó el país”, dijo Petro en una alocución presidencial acompañado del resto de su gabinete. Y añadió: “Los invito a que desde el lugar donde estén nos ayuden a construir este pacto social”.

Se trata del primer cambio de ministros que hace Petro desde que asumió el poder en agosto de 2022 como el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia.

Petro designó a la socióloga Aurora Vergara Figueroa, actualmente viceministra de Educación Superior, para dirigir el ministerio de Educación; a la licenciada en Educación Física Astrid Bibiana Rodríguez para liderar el ministerio del Deporte y al maestro de músicos Ignacio Zorro como ministro encargado de Cultura.

Antes de anunciar los cambios en los ministerios, el mandatario defendió las reformas a la salud, el sistema laboral y de pensiones y aseguró que su gobierno “no va a renunciar” a mejorar la salud y dar “condiciones laborales justas” para todos los colombianos.

Gaviria, aunque dirigía la cartera de Educación, tomó especial relevancia en las últimas semanas por sus críticas a la reforma a la salud, un ámbito en el que es experto debido a que dirigió ese ministerio desde el 2012 y hasta el 2018.

El gobierno pretende modificar profundamente el sistema de salud que rige en Colombia desde hace 29 años para convertirlo en uno con menos intermediación de privados y en el que el Estado tenga un mayor control de los recursos disponibles y de la prestación del servicio.

La reforma a la salud es la única que se conoce por completo y fue radicada en el Congreso. Además de los reparos de sus opositores, durante el fin de semana se filtró a la prensa una carta en la que el ministro saliente de Educación, la jefe de la cartera de Agricultura y el de Hacienda hacían críticas a la reforma.

El lunes Petro confirmó la autenticidad de la misiva y aseguró que sirvió como insumo para la construcción del proyecto y fue ampliamente discutida al interior del gobierno.

La carta advertía, entre otras cosas, que la reforma “produciría un impacto en las finanzas de la Nación”. Sin embargo, el lunes el ministerio de Hacienda explicó en un comunicado que dentro del gobierno están trabajando para que el costo de la reforma esté ajustado a los “compromisos con la consolidación fiscal, el ajuste de las cuentas externas y la estabilidad macroeconómica”.

“Estamos en un momento decisivo para nuestras reformas y necesitamos más cohesión y determinación”, dijo Petro en su alocución presidencial e hizo un llamado a todas las fuerzas políticas, incluso las de oposición, a los gremios, las organizaciones sociales y a la ciudadanía para “construir este país con el debate y las propuestas”.

Horas antes, Petro se reunió con los partidos políticos afines a su gobierno —que representan la mayoría en el Congreso— en un intento por buscar mayor apoyo y concluyó que recibirá propuestas sobre los artículos que los partidos consideren que deben ser modificados, aunque aclaró que hay puntos en los que coinciden como el de privilegiar la atención primaria y aumentar la presencia en territorios alejados.

Associated Press